Alfonso Hernández
DON VERA....... |
Le llaman Don Vera de cariño aunque su nombre es Jorge Ricardo Vera Robles y desde hace 25 años se desempeña como encargado de la biblioteca da la facultad de Humanidades, campus VI, de la Universidad Autónoma de Chiapas. Siempre está de buen humor, a pesar de las vicisitudes amargas que trae consigo el traqueteo de todos los días.
“La vida siempre tiene dos lados amables”, dice. Y el mismo lo testifica con su actitud, pues a pesar de sus 55 años de edad tararea la canción el último adiós de paulina rubio que sirve de fondo durante la entrevista con el reportero.
Don era ingreso a la Universidad Autónoma de Chiapas el 13 de febrero de 1984, justamente cuando la que llamamos Alma Mater, fundada en 1979 en el gobierno de Manuel Velasco Suárez, enfrentaba una etapa cargada de convulsión por los intereses políticos que tanto adentro como afuera se disputaban el control.
Desde entonces sintió una atracción extraña sobre los libros que lo llevó a iniciar sus estudios de secundaria y con denodados esfuerzos la preparatoria hasta terminar la licenciatura en bibliotecología. “Esto es mi vida”, afirma sin ambages y hace movimientos ondulatorios con la mano derecha señalando los estantes en donde reposan las miles de obras que sirven de consulta a los universitarios.
Estudio la licenciatura en administración de empresas. Hizo intentos también por terminar la carrera de maestro en la normal Superior de Chiapas. La cual no alcanzo por falta de recursos económicos. “Si, me hubiera gustado ser abogado”, admite y suelta una disimulada sonrisa.
Vestido con una camisa de color blanco de mangas largas, un pantalón azul de mezclilla, zapatos casuales negros y cinturón también negro, así mismo estuvo en las oficinas de administrativas que en el control escolar. Pero nada le ha parecido tan maravilloso que estar en este rincón lleno de textos.
El segundo de tres hermanos, casado con Rosalía Hernández con la que procreo a Alberto Jorge y Nancy Yuliana, profesionales los dos (él es pedagogo y ella abogada), Don Vera nació en ciudad Hidalgo pero sus padres llegaron a radicar a la capital cuando el apenas tenía 40 días de nacido. Desde esas fechas no ha abandonado nunca la ciudad y comenta, “si vuelvo a nacer, me gustaría que fuera en Tuxtla”.
Don Vera es inequívocamente una persona sencilla y de carácter. La humildad, que no está por supuesto con la inteligencia, la refleja rutinariamente es ese gigantismo de libros en el que el a veces se pierde como una estrella en el cielo infinito o una gota de agua en el mar, pero emerge, siempre, como el imponente roble en la selva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario